Para cuando estéis leyendo este avance, Glenn Schofield ya estará en su casa y Activision habrá terminado su tour de presentación de Call of Duty: Advanced Warfare por Europa. El señor Schofield es el presidente de Sledgehammer Games y vino a Madrid la semana pasada para mostrarnos unas cuantas novedades de la nueva entrega de la franquicia de tiros más popular desde las lapidaciones en Judea. Aparte también pudimos jugar, que es algo que servidor llevaba queriendo hacer desde la Gamescom, donde, por desgracia, me quedé sin probarlo.
Lo primero que sorprende de Advanced Warfare es el hecho de que detrás de él haya habido tres años de desarrollo, cosa que se sale del Estándar de Trabajo Call of Duty™. Con la entrada de Sledgehammer al ring ya tenemos tres contendientes que tratarán de ganarse el amor y el respeto de los jugadores cada tres años. En este tiempo, la compañía c
aliforniana se ha dedicado a crear la primera entrega de la franquicia que se puede llamar de nueva generación. Son tres los pilares en los que se han centrado para lograr que este sea suboleto ganador para el 2015: una historia que enganche, un apartado interactivo confeccionado teniendo las peticiones de los jugadores en mente y un multijugadormejorado y pulido.
La acción en Advanced Warfare transcurre en un futuro ubicado dentro de 50 años. El mundo se ha ido al garete por un ataque terrorista global y las corporaciones militares se han responsabilizado del futuro de la humanidad poniendo a su servicio su potencial militar y tecnológico para controlar la situación y reconstruir la civilización como la conocíamos. Nosotros, jugadores, le controlaremos a él, soldado, para ganarnos el pan y defender no-sé-muy-bien qué valores —porque si nos pagan para matar, aquí no hay banderita americana ni aguilucho de la libertad que defender; pero esa es otra conversación. Lo importante es que el equipo de guionistas se ha basado en «series de éxito del momento» como Juego de Tronos, True Detective y House of Cards. Señoras y señores, no sé ustedes, pero yo siento, cuanto menos, curiosidad hacia lo que Sledgehammer tiene que contar.
Somos el futuro de la guerra, y por eso tenemos el futuro de las armas y de la maquinaria táctica. Lo primero es el hecho de que en pantalla veremos todo lo que tengamos que ver a través del visor de realidad aumentada de nuestro casco. Las balas que nos quedan, las retículas, las alertas de daño, etc. aparecerán en pantalla como proyecciones holográficas de nuestro casco. Tengo que reconocer que han logrado un buen equilibrio a la hora de implementar este interfaz, porque mientras no lo necesitamos, no se muestra, es decir, que la pantalla está limpia de elementos, salvo el número de balas, que se muestra en la misma arma que tengamos equipada.
Las dulces y mortíferas armas también han sufrido un cambio brutal. El equipo de Sledgehammer se ha dedicado durante estos tres años, según Schofield, a estudiar todo un arsenal de armas futuristas que se han creado desde cero, o reinventando armas que ya conocemos y adaptándolas para que tengan un aspecto y un funcionamiento más futurista. El exoesqueleto, que llevamos en todo momento, es nuestra llave para la libertad en los escenarios. La principal utilidad del exoesqueleto es la de aumentar nuestra movilidad en el campo de batalla en muchos campos. Al saltar podemos añadir un impulso doble para alcanzar zonas más altas u obtener ventaja estratégica y también podemos flotar, pero hay todo un mundo de movimientos disponibles que os explicaré más abajo, en el apartado del multijugador.
Aparte del exoesqueleto, estos 50 años de avances tecnológicos nos permiten aprovechar muchos artilugios que resultan sospechosamente factibles. En el vídeo de demostración del modo para un jugador aparecieron varios de ellos: los guantes magnéticos, para escalar por una pared sin usar cuerdas; la carga explosiva con silenciador, para volar muros o techos sin que se oiga; el pulso armónico, que nos permite ver a través de las paredes para ubicar a los enemigos… Son elementos que cual más, cual menos, sirven para aportar veracidad a la historia, porque muchos de ellos se usan por medio de QTE en situaciones puntuales. También hay vehículos, y aunque aún no los hayamos visto en movimiento, sabemos que son variados: motos voladoras, helicópteros de guerra, tanques flotantes, torretas inteligentes, etc.
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